El intendente Norberto Gizzi dijo que la cantidad y calidad de pejerreyes que hay en la laguna es impresionante.
El balneario Virginia L. de Díaz es uno de los más importantes del sur santafesino y se encuentra a unos cinco kilómetros del centro de Villa Cañás. El predio pertenece a la Escuela de Educación Técnica Profesional N° 484 «Prefectura Naval Argentina» y dado en comodato por la explotación y administración al municipio, que este año prepara una serie de reformas tendientes a embellecer el lugar. El dato es que actualmente, pese a que comenzó la veda el 1º de septiembre, el espejo de agua está atestado de pejerreyes y esperan que el año próximo se congreguen pescadores de todo el país. La inquietud de un grupo de pescadores es conformar un club naútico que estará apoyado por el propio municipio.
El balneario Virginia L. de Díaz está ubicado a unos 55 kilómetros de Venado Tuerto y a unos 180 kilómetros de la ciudad de Rosario, de donde provienen muchos de sus visitantes. La ciudad es conocida porque de allí es oriunda, y nacida en el año 1927, la diva de los almuerzos Mirtha Legrand de Tinayre. También conocida, aunque por los pescadores, por otros dos espejos de agua como lo son la laguna La Soraida y la de Rovea.
El intendente municipal, Norberto «Tito» Gizzi, fue quien años atrás puso en valor a la laguna que prácticamente estaba abandonada a su suerte. El predio es realmente hermoso y cuenta con una frondosa arboleda, piletas, asadores, una proveeduría y cantina, además de baños con duchas entre otras comodidades.
Este año la sequía histórica que asola en la región, y en gran parte de la pampa húmeda, hizo estragos ya que hubo una bajante pronunciada de la profundidad. De por sí no es una laguna honda. Va desde los 70 centímetros en la parte costera hasta 1,60 metro en su parte más profunda. Se estima que este año disminuyó la profundidad histórica del espejo de agua como consecuencia de la gran sequía que impera en la región.
El dato alentador es la gran cantidad de peyerrey que hay. «Es impresionante la calidad y la abundancia que hay y esto obedece a que hay mucho alimento en el espejo de agua», dijo el mandatario radical y además veterinario, Tito Gizzi, quien agregó que «esto puede llegar a ser un reaseguro turístico para la próxima temporada».
«Vamos a hacer más baño y colocar un tobogán acuático en la pileta del predio. Estamos trabajando también para reponer los quinchos, las instalaciones eléctricas. En fin, estamos trabajando para hacer que el predio del balneario se de los más lindo de la zona», dijo Tito Gizzi.
Pejerrey
Villa Cañás es un lugar que históricamente fue elegido por los pescadores. Pero no era el espejo de agua Virginia L. de Díaz, sino que el preferido de todos era la laguna de Rovea y también La Soraida. Estos dos espejos de agua son los preferidos por los pescadores, ya que se encuentran muchos pejerreyes y además es un lugar muy tranquilo. Muy agreste por cierto, pero posee bajada para embarcaciones y rampa desde donde se las bota a través de un tractor. Se puede acampar llevando todos los elementos propicios y necesarios.
La laguna La Soraida es un lago endorreico, en el Departamento General López, entre Elortondo, Villa Cañás (a 15 km) y Hughes. Su profundidad media es de 3,5 metros. El agua es de color pardo medio. La cuenca se alimenta de los excesos de lluvias. Sus desbordes pasan al sistema de avenamiento hacia el río Paraná y también desbordan hacia las aguas del río Salado en Junín en la provincia de Buenos Aires.
Gizzi, conocedor de las lagunas del sur de Santa Fe, sostiene que «si se conserva el agua y no sigue bajando vamos a tener muchos pejerreyes el año que viene y eso va a redundar en beneficios para nuestra comunidad. El turismo es realmente una fuente de ingresos para la ciudad muy importante, ya que los que vienen compran la mercadería en la ciudad, se alojan en hoteles de la ciudad van a comedores. En fin, todo lo que sabemos que mueve el turismo en general».
Fuente: La Capital – Carlos Walter Barbarich
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