El episodio se dio este sábado cerca de las 19, cuando dos personas en moto dispararon contra la puerta del edificio del barrio Echesortu. Dejaron una nota envuelta con cinta.
Una ráfaga de disparos contra el frente de un edificio ubicado en Castellanos 1518 (casi Zeballos) que estremeció a vecinos y transeúntes de esa zona del barrio Echesortu, aunque no se registraron heridos y sólo se trató de daños materiales.
El mensaje, escrito con letras negras de molde en un cartón marrón, decía: “Para vos Agustina Ivaldi”. “No es narco y tampoco una persona políticamente expuesta”, dijeron fuentes de Seguridad tras conocer el contenido del mensaje.
El mensaje dejado durante la balacera al edificio, en Rosario.
Testigos aseguraron haber escuchado «entre ocho y diez» detonaciones de arma de fuego, que serían de grueso calibre.
Las balas rompieron parte del blindex y el interior del edificio de 8 plantas.
Los impactos provocaron la rotura y daños en los blindex del edificio. Además, se encontraron varias vainas servidas sobre la calle y la nota que envolvía a una piedra y estaba pegada con cinta. Tras el acto intimidatorio, los dos hombres huyeron en la moto que, según los testigos, sería de alta cilindrada. Por el ataque, no se registraron personas heridas.
Por su parte, desde el Comando Radioeléctrico precisaron que fueron nueve balazos que impactaron en el blindex del ingreso al edificio y confirmaron que no hubo heridos. También ratificaron la presencia de una nota «envuelta con cinta».
Mientras aguardaban a la brigada de la Policía de Investigaciónes (PDI) y la llegada de la Unidad Especial de Balaceras del Ministerio Público de la Acusación (MPA), también comentaron que los vecinos resguardaron la escena para colaborar en la evidencia colectada.
«Se armó un gran alboroto porque los vecinos no estamos acostumbrados a este tipo de cosas, por eso cuidaron que los autos no pisaran las vainas servidas y otros elementos que quedaron en al calle«, comentó un testigo a este diario, en medio de la congoja por un atentado que vuelve a estremecer a los rosarinos.
