Estupor e indignación. La crónica gráfica nos deja sin palabras. El hecho habría ocurrido aproximadamente hace unos 10 días, cuando un grupo de pescadores que no eran lugareños, tiraron sus redes a las aguas en cercanía del Balneario Virginia L. de Díaz. Este descubrimiento de irresponsabilidad deportiva y humana, se convirtió en un acto criminal que dejó el total de 124 peces muertos tirados a la vera de la laguna.
Según se pudo saber hasta el momento, los pescados siguen aún ahí, y aunque se dio notificación a la policía, ante la imposibilidad de entrar al campo por tener este las tranqueras cerradas con candados, los uniformados no volvieron al lugar y todo quedó en la nada misma, sin denuncia, ni investigación, ni actuación legal correspondiente.
Las autoridades municipales, quienes tienen el poder de contralor tampoco estaban notificados del hecho ocurrido hasta el día de hoy, donde como corresponde, Leguas Noticias les consultó sobre el conocimiento del caso.
Nadie en su sano juicio, con sus facultades mentales en orden puede ser capaz de concebir un hecho semejante, en donde no se respeta en primer lugar a la naturaleza, luego a la buena prácticas deportivas y por último aunque exista una primaria necesidad de alimentarse, es injustificable e irracional.
“Ver tanta ignorancia a mi edad, me decepciona”, comentó la persona que realizó el hallazgo y que con impotencia aún no sale de su asombro e impotencia.
Dejamos las imágenes y los videos como pruebas con el fin que las autoridades competentes actúen de inmediato, tarde para este caso, pero sí para que estos hechos en el futuro no vuelvan a ocurrir.
