Con apenas 26 años, Cristian Jakas alcanzó un logro académico y personal que combina pasión y dedicación. Oriundo de Villa Cañás, Santa Fe, llegó a Villa Mercedes hace siete años con el objetivo de convertirse en ingeniero mecatrónico. Ese sueño se concretó el 1° de agosto, cuando obtuvo su título en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), tras defender su tesis con un proyecto innovador: la construcción de un drone de ala fija, el primero desarrollado en esa casa de estudios.
Fanático de la aviación desde la infancia y piloto desde 2018, Jakas decidió que su trabajo final debía volar alto. Así fue como, a fines de 2024, se incorporó al Laboratorio de Tecnologías Apropiadas (LabTA), donde encontró la guía del profesor Carlos Catuogno, especialista en aviación y drones, quien dirigió la investigación junto al co-director, el ingeniero electrónico Juan Pablo Demichelis.

El joven partió de un diseño de código abierto disponible en internet, pero lo rediseñó casi por completo para adaptarlo a sus objetivos. El drone fue impreso en 3D y ensamblado pieza por pieza por el propio estudiante. “Si tiene un aterrizaje forzoso y se rompe una parte, simplemente se imprime de nuevo”, explicó sobre una de las ventajas del prototipo.
Con el acompañamiento docente, introdujo mejoras significativas: reforzó las alas con varillas de carbón, optimizó la aerodinámica del fuselaje, amplió la envergadura y reconfiguró los servomotores y el centro de gravedad. Estas modificaciones hicieron del dispositivo un desarrollo original, capaz de adaptarse a múltiples funciones. Dependiendo del equipamiento, puede utilizarse para detectar focos de incendio mediante cámaras térmicas, realizar monitoreo rural, tareas de vigilancia aérea o relevamientos topográficos.

El esperado vuelo inaugural se concretó en abril, generando una mezcla de nerviosismo y emoción. “Fue muy emocionante. Todo el esfuerzo vale la pena. Los nervios estaban, de que algo falle o que se desarme en el vuelo, pero fue exitoso y muy satisfactorio de ver”, relató Jakas.
Su idea es dejar disponibles los planos del drone para que otros estudiantes de la carrera puedan acceder a ellos, realizar modificaciones y continuar con el desarrollo.
El proyecto no solo significó la conclusión de su carrera universitaria, sino que también fue reconocido públicamente: en julio obtuvo el segundo lugar en el Premio a la Innovación Sanluiseña 2025, organizado por el Ministerio de Ciencia e Innovación de San Luis y la Universidad de La Punta, dentro de la categoría Desarrollo Sustentable.

Finalmente, el 1° de agosto, en el predio del Aeroclub de Villa Mercedes, Jakas defendió su tesis frente a un jurado y coronó la jornada con un nuevo vuelo de su creación. Ese día se convirtió oficialmente en ingeniero mecatrónico.
De cara al futuro, sueña con desarrollarse profesionalmente en el ámbito aeronáutico, aunque aún no tiene definido si continuará en Villa Mercedes o regresará a su Santa Fe natal. “Me gustaría encontrar trabajo de lo que estudié. Si es en algo relacionado a la aeronáutica, mejor todavía”, aseguró.


