En un operativo que evidencia la eficacia y el valor del trabajo en equipo, los perros Rufus y Lupo, miembros destacados de la Sección Canes de la Unidad Regional VIII de la Policía de Santa Fe, jugaron un papel decisivo en la investigación que culminó con la condena de Juan José Ángel Domínguez por homicidio en la localidad de Santa Isabel.
El proceso judicial, llevado a cabo en el Tribunal de Juicio Oral Pluripersonal de Venado Tuerto, se fundamentó en pruebas contundentes que confirmaron la presencia del imputado en el lugar del crimen de Federico Landriel, cometido el 29 de mayo de 2020. La labor de los canes fue determinante al rastrear una prenda del acusado, acción que permitió seguir un rastro minucioso desde el sitio del suceso, ubicado en la calle Francia, hasta diversas intersecciones y áreas rurales de Santa Isabel. Gracias a su entrenamiento especializado y certificaciones internacionales, Rufus y Lupo demostraron habilidades excepcionales para detectar y seguir evidencias, estableciendo vínculos directos entre el imputado y el delito.
La precisión en la labor de rastreo, llevada a cabo bajo la atenta supervisión de sus entrenadores y oficiales de la Policía de Santa Fe, fue considerada irrefutable por el tribunal. El cuerpo judicial, presidido por el Dr. Adrián F. Godoy e integrado por los Dres. Aldo Emilio Banvalle y Leandro Maximiliano Martín, valoró positivamente la contribución de la Sección Canes, estableciendo un precedente en el uso de recursos especializados para resolver casos criminales complejos.
Este caso no solo reafirma la importancia de los perros policía en investigaciones de alta complejidad, sino que también resalta la sinergia entre el entrenamiento canino y la pericia de los oficiales, elementos esenciales para el esclarecimiento de delitos y la búsqueda incansable de justicia.
