Provinciales

Hubo acuerdo para hacer la consulta por la reforma de la Constitución

El plesbicito se realizará en simultáneo a las elecciones generales del 16 de junio, con urnas separadas y en mesas aparte. Una cuidada negociación permitió destrabar la propuesta del gobierno provincial.

Se hará en urnas separadas y mesas contiguas, habrá escrutinios independientes, se tendrá que designar personal específico y, fundamentalmente, no será necesario hacer otra fila si uno decide participar de la consulta popular por la reforma de la Constitución que se realizará simultáneamente con las elecciones generales del 16 de junio.

Es que después de mucha pirotecnia legal, hubo una especie de «fumata blanca» entre el gobierno provincial y el Tribunal Electoral, donde cada uno puede exhibir algo parecido a una victoria. El gobierno logró destrabar el inconveniente más serio a la hora de las cuestiones prácticas, cual era obligar a los electores a votar dos veces, lo que podía desalentar la participación de la ciudadanía.

Por su lado, el Tribunal Electoral mantuvo su independencia en el tema de la consulta popular no vinculante, ya que finalmente no va a realizar el escrutinio ni a controlar ese mecanismo de participación. Sólo estará al frente de las elecciones para gobernador, intendente, diputados, senadores y concejales o presidentes de comuna. La provincia se encargará del plebiscito.

Es probable que esta semana, antes de las primarias del próximo domingo, se firme un convenio de colaboración por el cual cada parte delimitará sus funciones y quedará establecido por ejemplo que será el gobierno santafesino el que tendrá que designar autoridades de mesa distintas para que se encarguen de la consulta popular y el escrutinio. Sería sólo uno por mesa, que estarán ubicadas al lado de las otras, donde se vota para gobernador y el resto de las categorías.

Cuando se esgrime que esa falta de control por parte del Tribunal reduce la legitimidad de la consulta popular, las respuestas suelen ser simples: «estarán los fiscales de todos los partidos para controlar si lo desean, ya que las mesas de votación estarán una al lado de la otra». Una comidilla de esta negociación fue que precisamente ese término insumió varias reuniones: si se ponía, al lado, contigua o algún otro similar. Será un detalle saber cuál queda.

Cómo será

Para el elector, el programa promete ser sencillo: en la misma mesa donde le entregarán las boletas para gobernador y el resto de las categorías (en las que tendrá que marcar en un casillero), le preguntarán si quiere participar de la consulta popular por la reforma de la Constitución. Sólo si responde que sí, le entregarán las dos boletas que tienen en su frente un «Si» y un «No» grandes, para que elija una de ellas y la coloque dentro de un sobre que después tendrá que depositar dentro de otra urna, más parecida a las que se usan en la elección nacional, de boca angosta.

Hasta ahí parece simple, pero en definitiva habrá que colocar boletas en seis urnas distintas. La diferencia entre la votación para cargos electivos y esta consulta es que en este caso la participación es voluntaria y el resultado de la suma de opiniones no es vinculante, es decir no se decide nada con ese acto.

Para reformar la Constitución se requiere de una ley de la Legislatura, sancionada por las dos terceras partes de los miembros de cada una de las cámaras. Y se deberá indicar temario de la reforma, plazo de realización y mecanismo de elección de los convencionales, ya que la reforma no es realizada por la misma Legislatura, sino por una convención elegida a tales efectos por el pueblo de Santa Fe.

Para el gobernador Miguel Lifschitz, que impulsó la reforma de la Constitución de manera decidida durante su gestión, será contar con un hecho político, que le permitirá tener un nuevo instrumento para impulsar otra vez ese debate cuando se instale en la poltrona mayor de la Cámara de Diputados. Sabedor de que la gente en las consultas suele inclinarse por la afirmativa, es probable que con un abrumador resultado a favor de instalar la necesidad de una reforma, intentará convencer a sus pares de la Legislatura de que ahora sí ya no quedan excusas.

De qué se trata

  1. El gobierno provincial convocó a una consulta popular voluntaria y no vinculante por el «Si» o «No» de la reforma de la constitución.
  2. Se hará junto a las elecciones generales del 16 de junio, cuando se elijan gobernador, intendente, diputados provinciales, senadores y presidentes de comunas o concejales.
  3. El Tribunal electoral, que controla las elecciones, advirtió que ese plebiscito no era de su incumbencia y que por lo tanto no se iba a hacer cargo.
  4. El gobierno pidió firmar un acuerdo de cooperación para que se le permita poner una mesa paralela y hacerse cargo de la consulta y el escrutinio.
  5. Después de un intercambio de misivas de duro contenido se llegó a un acuerdo y se firmará esta semana un convenio delimitando funciones.

Por qué importa

El resultado de la consulta para reformar la Constitución de Santa Fe podría dar un decisivo impulso para que la Legislatura se aboque a tratar el tema. Hoy hay varios proyectos que naufragan en las comisiones. Para aprobar la reforma son necesarios dos tercios de los votos y designar convencionales. Podría ocurrir en las elecciones de 2020. Aunque suele hablarse de nuevas garantías y derechos para los ciudadanos, entre las modificaciones más sensibles están la reelección del gobernador, el sostenimiento o no de las dos cámaras legislativas, y la consagración de las autonomías municipales. Santa Fe tiene una de las Constitucionales más antiguas del país.

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