La Comuna de María Teresa recibió un nuevo reconocimiento en el Senado de la Nación por el modelo de atención que desarrolla en su Residencia de Adultos Mayores (RAM), un dispositivo que propone un enfoque innovador, comunitario y centrado en la autonomía de las personas mayores. El premio, otorgado en el marco del programa “Reconocimiento a la Buena Gestión Municipal”, destaca políticas públicas que mejoran de manera comprobable la calidad de vida. Es la segunda distinción consecutiva que recibe la localidad, luego de haber sido reconocida en 2024 por la Tasa Rural Segmentada.
Un modelo que redefine el cuidado
La RAM se organiza bajo los principios de la Filosofía Edén, una corriente que busca combatir tres problemas centrales del envejecimiento institucionalizado: la soledad no deseada, la sensación de inutilidad y el aburrimiento. En este esquema, la vida cotidiana está atravesada por la libertad personal, las decisiones compartidas y la participación comunitaria.
A diferencia de los geriátricos tradicionales, en la residencia no existen horarios obligatorios para las comidas y cada persona accede libremente a la heladera y la despensa. Además, el acompañamiento profesional se estructura a partir de la biografía individual de cada residente, lo que permite fortalecer vínculos, estimular capacidades y sostener una vida cotidiana con sentido.
Participación y apertura hacia la comunidad
El funcionamiento de la residencia se apoya también en asambleas internas donde todos pueden opinar y decidir. El modelo se articula con múltiples propuestas abiertas al pueblo, como un bar/café mensual, el uso del transporte local gratuito Subí que te llevo, y el programa intergeneracional “Mi amigo mayor”, que vincula a residentes con niños del jardín de infantes.
De este enfoque surgieron experiencias destacadas, como la de Jorge, de 90 años, convertido en streamer en el programa televisivo “Viejos son los trapos”; o la historia de Raúl, quien eligió vivir en la residencia pese a la resistencia familiar, mostrando que la institución se concibe como un espacio elegido y no como una imposición.
Durante la ceremonia, el presidente comunal, Gonzalo Goyechea, definió al dispositivo como “una casa grande, una casa común, donde las personas mayores viven con libertad, autonomía y sentido de pertenencia”. La magister Silvia Patricia Farías, integrante del jurado, afirmó: “Es una residencia a la que todos queremos ir a envejecer”.

Un premio respaldado por instituciones de prestigio
El galardón fue otorgado por un jurado compuesto por organismos nacionales y universidades públicas, entre ellas la Universidad Nacional de Córdoba, la Universidad Nacional de Quilmes, la Universidad Nacional de San Martín, la Universidad Nacional de General Sarmiento, la Universidad Nacional de Tucumán y la Universidad Tecnológica Nacional.
“Que todas estas instituciones hayan evaluado nuestro proyecto y lo hayan elegido es un orgullo inmenso”, sostuvo Danisa Perotti, vicepresidenta comunal y directora institucional de la RAM. “Es un reconocimiento al trabajo silencioso y comprometido de tantas personas”.
Un logro que trasciende a la gestión
Perotti destacó el carácter público y comunitario de la propuesta: “La RAM es pública. Es de todos. Y demuestra que, cuando hay amor, convicción y comunidad, desde un pueblo chico se pueden hacer cosas gigantes”. Agradeció al equipo de cuidados, a las familias y especialmente a las personas mayores: “Nos enseñan cada día una forma de vivir más humana y más verdadera”.
