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El Banco Central volvió a subir las tasas de interés

Las elevó de 2,5 a 3 puntos y comienzan a regir desde mañana; la mínima garantizada para depósitos a plazo fijo ascendió a 41,5%.

El Banco Central (BCRA) resolvió aumentar desde mañana de 2,5 a 3 puntos las tasas referenciales de la economía local, para empezar a cumplir con una de las precondiciones que el Gobierno acordó con el FMI (la otra es reducir marcadamente el financiamiento monetario del déficit fiscal) y mantener la posibilidad de acceder a la renovación del financiamiento obtenido desde mediados de 2018 por la administración Macri.

Las lleva del 40% al 42,5% y 47% nominal anual para el caso de las inversiones que los bancos pueden hacer en sus Letras de Liquidez (Leliq) a 28 o 180 días -respectivamente-, y del 39% al 41,5% en el caso de la mínima garantizada para depósitos a plazo fijo en bancos a 30 o más días de personas humanas, o al 39,5% en el caso de colocaciones de personas jurídicas.

Todo en procura de mejorar el atractivo de estas colocaciones y desalentar la puja por acceder a otros mecanismos de cobertura en un intento por mantener el poder adquisitivo de los pesos, en especial, al dólar.

Estos niveles de tasa significan rendimientos anualizados efectivos (TEA) del 51,9%, 52,6%, 50,4% y 47,5% en cada caso, para colocaciones que van renovando el capital y le agregan ante cada vencimiento lo percibido en concepto de intereses.

Se trata de rindes que se aproximan más -o hasta superan levemente en el caso de los bancos- la tasa de inflación anualizada del 50,7% que mostró la economía en el último mes, pero se mantienen por debajo de la expectativa inflacionaria que la proyecta del 55% al 57,9% para el año en curso, según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) realizado por el propio BCRA.

La nueva tasa de plazos fijos para personas del 41,5% (TNA), equivale a 50,4% efectiva anual. Esto iría en línea con una inflación de 3,4%, no con una de 3,9% o la del 4% esperan algunos para febrero”, apuntó el economista Juan Ignacio Paolicchi, de Empiria Consultores

La determinación la adoptó el directorio de esa entidad en su tradicional reunión de los jueves tras quedar en evidencia que la inflación sigue en alza (escaló al 3,9% en enero, mayor nivel en nueve meses), lo que no debiera sorprender tomando en cuenta que a la megaemisión monetaria del bienio 2020/1 se agrega la concreción (naftas, tarifas de servicios de internet y colegios, etc.) y expectativa de numerosos reajustes tarifarios por ejecutarse en los próximos meses.

Y considerar que el anterior ajuste, dispuesto el pasado 6 de enero, cuando las movió del 38% al 40% y del 37% al 39% nominal anual, quedó corto tal y como se presumía para lograr que quienes inmovilicen pesos en el sistema financiero local obtengan rendimientos que más que compensen el sostenido aumento que registra el costo de vida.

El nuevo ajuste a los tipos de interés locales ya estaba descontado por el mercado. Después de todo, el propio presidente del BCRA, Miguel Pesce, había dicho a comienzos de mes que estaban “esperando el dato de inflación de enero para analizar cambios en la tasa de interés”.

La novedad es que el aumento de tasas pasivas (la que se pagan por el dinero depositado) no derramará esta vez sobre las activas que se mantendrán en los niveles actuales: “La financiación de saldos impagos de tarjetas de crédito se mantiene en 49%, como seguirá en el 30% anual la tasa de las líneas para la inversión productiva y en el 41% nominal anual la de los créditos para capital de trabajo”, aclararon.

En su comunicado, la entidad sostuvo que el nuevo nivel de la tasa de interés de política monetaria “se adecua con los objetivos y planes” que el BCRA se había fijado “en enero de 2020 y que fue alterado por la irrupción de la pandemia”.

“Superada la crisis sanitaria, el BCRA ratificó en los Objetivos y Planes 2022, la meta de establecer un sendero de tasa de interés de política monetaria de manera de propender hacia retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local, y de preservar la estabilidad monetaria y cambiaria”, explicó.

La entidad además decidió poner en funcionamiento una nueva variante para sus instrumentos de esterilización, al crear la Nota de Liquidez (Notaliq) a 180 días “a fin de ofrecer un instrumento de mediano plazo para absorber la liquidez”. Agregó: “Es para ofrecerles una alternativa de colocación a tasa variable que se actualiza por la Leliq”.

La suba dispuesta incrementa en unos $115.000 millones la factura de intereses que el BCRA le paga a los bancos por las inversiones en Leliq y pasee pasivos que toma para retirar parte del excedente monetario del mercado.

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