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La existencia: Roberto J. Sales y Sartre

Todo el tiempo nos preguntamos por qué somos lo que somos. En esos ratos de existencialismo nadamos entre argumentaciones, dudas, certezas. En la historia, algunos bochos, incluso, han desmenuzado el concepto de existencia.

Jean Paul Sartre, exponente del existencialismo, decía que el “hombre será ante todo lo que habrá proyectado ser; y no lo que querrá ser por estar escrito de antemano como habrá de ser su vida. Cuando el hombre se capta a sí mismo, descubre a todos los demás como la condición de su existencia; dándose cuenta que no puede ser nada si los otros no lo reconocen. El otro es tan indispensable para mi existencia como lo es el conocimiento que tengo de mi mismo; y todo proyecto individual tiene un valor universal porque se construye lo individual eligiéndose”.

El periodismo, en realidad los periodistas, se preguntan a cada rato por qué hacen lo que hacen. Encontramos la justificación en las consecuencias de esa interrogación. Y esas consecuencias son lo que producen los periodistas, en el formato que sea, cuando y como sea.

Mirá si Roberto se habrá tomado con tanta seguridad, ímpetu y empeño el hecho de que “el otro es tan indispensable para mi existencia como lo es el conocimiento que tengo de mí mismo”, que dejó un legado que jamás podrá perderse, para todas las generaciones.

Como periodista, historiador, como escritor, como guionista, deportista, dirigente, bisabuelo, abuelo, padre…

Mirá si no se habrá preguntado tantas veces acerca de sí mismo, para producir tanto en tanto tiempo.

Quedaron muchos recuerdos, incluso dos libros, que más que libros, son nuestros manuales de historia cañaseña, que deberían enseñarse en las escuelas, para que nuestros niños, adolescentes y jóvenes encuentren el sentido y esas justificaciones a su Villa Cañás. Son obras en las que hay muchas respuestas, pero a su vez, son obras a las que se le pueden preguntar muchas cosas, y qué mejor que ellos para hacerlo.

Los periodistas podemos seguir buscando respuestas. Los periodistas podemos encontrar justificaciones.

“Usted es su vida, y nada más”, decía el filósofo en cuestión.

Sin contradecir a JPS, ¿Roberto fue “su vida y nada más”?

No, Roberto fue su vida y mucho más.

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