Los haberes previsionales aumentarán en marzo teniendo en cuenta la evolución de salarios que se registró en el último cuatrimestre del año pasado.
Se publicó el índice RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables) y ese es un dato que se utiliza para calcular el reajuste de las jubilaciones y pensiones del Sistema General (SIPA) de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES). Según estos datos, los ingresos de los trabajadores registrados presentaron una suba de apenas 8,3% en diciembre del año pasado y en el cuarto trimestre de 2023 avanzaron 28,6%.
Eso implicó una caída superior al 13% respecto de la inflación y es la baja más pronunciada desde que existe ese indicador (creado en 1993). Pero, además, los trabajadores perdieron fuerte en el trimestre, cuando la inflación trepó al 53,3%.
El impacto del RIPTE en las jubilaciones: Cómo afecta
Ese es un mal dato para los jubilados y pensionados también, dado que incide en el cálculo que se utiliza para fijar el ajuste en jubilaciones (en base a la fórmula de movilidad actual para) de marzo: la fórmula vigente desde 2021 toma la variación trimestral de los salarios y la evolución interanual de la recaudación de los impuestos a cargo de la ANSES.Eso se combina con el RIPTE o el de salarios que publica el INDEC (el que arroje la mayor suba). Y, por otro lado, se toma en cuenta el dato de inflación (el IPC), que será difundido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) el 14 de febrero.
Pero las estimaciones previas indican que las jubilaciones subirán entre 26,5% y un 30%, según el RIPTE, publicado este martes por la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
Será clave para el sector que el Gobierno defina un aumento adicional, dado que esa suba, apenas llegaría a cubrir la inflación de diciembre, que fue del 25,5%. Tan solo para enero, los privados estiman un incremento de precios del 20% y, para el actual primer trimestre, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central (BCRA) espera que la inflación llegue a alrededor del 60%. Así, de no haber ningún ajuste por fuera de la fórmula que se viene aplicando hasta ahora, los haberes previsionales sufrirán una pérdida de poder adquisitivo aún mayor a la que vienen padeciendo en los últimos años.