La falta de pago de los certificados de obra pública puso en jaque a las firmas constructoras de la región. Es que hace desde junio que la provincia de Santa Fe no cumple con sus compromisos y esa demora de más de 180 días dificulta las operaciones de las contratistas, que, por lo general, negocian adelantos bancarios con sus certificados de obras a pagar como máximo en, justamente, 180 días.
En ese marco, el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) delegación Rosario, Germán De Vincenzo, pidió una urgente solución a las nuevas autoridades.
Si bien el referente de los constructores rosarinos dijo que existe un diálogo abierto con la ministra de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat de Santa Fe, Silvina Frana, y adelantó que esta semana se volverán a reunir para tratar de avanzar en una salida a ese problema, subrayó que «es una carrera contrarreloj» alcanzar una solución.
«Hay una deuda por 3.500 millones de pesos. Ese es el pasivo por falta de pago desde junio, más certificados por unos 500 millones que tiene partida presupuestaria. Hoy se debería estar pagando noviembre, porque los certificados se abonan a 60 días. Esperamos que con el nuevo presupuesto 2020 la provincia pueda empezar a cancelar esa deuda y siga haciendo girar la rueda y continúe ejecutando la obra pendiente. Si esto se dilata más, las empresas vamos a estar en grandes problemas. En los bancos se negocian los certificados y a los 180 días se exige su pago», señaló De Vincenzo, quien apostó a «encontrar una solución, aunque no sea la mejor».
Frente a la caída de la actividad, las empresas constructoras aumentan las suspensiones y los despidos. Dado el parate de la obra pública, había en Santa Fe unos 30 mil obreros de la construcción, 50 por ciento abocado a la obra pública y 50 por ciento a la obra privada.
Además, De Vincenzo se mostró alarmado por los datos de ocupación que dará el próximo informe del Ieric.
