En la apertura de la Convención Constituyente que renovará la Carta Magna de Santa Fe tras seis décadas, el convencional de Más para Santa Fe, Juan Monteverde, sorprendió al dirigirse cara a cara al gobernador Maximiliano Pullaro para transmitir, con respeto pero sin rodeos, “el sentimiento que hoy tiene la mayoría de nuestra gente”.
Un llamado directo al poder
Con Pullaro sentado a escasos metros y escuchando atento, Monteverde destacó que “el gobernador es quien concentra la mayor responsabilidad y el mayor poder” en este proceso de reforma. Sin aludir a nombres ni recurrir a gestos de hostilidad, lo emplazó públicamente: “Sabemos que su principal objetivo es la reelección, y cuenta con una mayoría ajustada para lograrla. Si ya ha obtenido ese futuro mandato, si se considera un estadista interesado en discutir el porvenir, debe ceder ‘todo el resto’: todos los sectores necesitan espacio para contribuir al debate y otorgar legitimidad a esta Constitución. Esa es su responsabilidad”.
Reacción en el recinto
La intervención de Monteverde provocó asombro incluso entre sus propios compañeros de bloque, cuya sorpresa fue evidente durante el breve cuarto intermedio que siguió a la jornada inaugural. “Fue realista, pero un sincericidio”, comentó, a modo de diagnóstico político, un dirigente peronista veterano. La flexibilidad aparente de Más para Santa Fe ante la reelección del gobernador se interpretó como una estrategia negociadora que, desde el primer día, abre la puerta a eventuales acuerdos con el oficialismo.
Respeto y firmeza en las redes
Tras su discurso, Monteverde compartió en sus redes sociales un fragmento de su intervención: “Con respeto pero con firmeza, le expresé al gobernador lo que creo que siente hoy la mayoría de nuestra gente. Así empezó la Convención que tiene la tarea de reformar la Constitución de Santa Fe después de 60 años. Allá vamos, con las convicciones intactas. Y con más fuerza que nunca”.

Monteverde y Pullaro cara a cara.
Más allá de la reelección
En los pasajes previos de su alocución, el convencional planteó que esta reforma constitucional se desarrolla en un escenario de desencanto: “La mitad de la ciudadanía no asiste a las urnas”. Frente a esa realidad, advirtió, existen “dos actitudes”: la de quienes solo discutirían “problemas de la política” y, con ello, profundizarían la crisis de representación; y la de quienes, en cambio, incorporan “los dramas, angustias, sueños y anhelos del pueblo, más allá de los partidos”. De ese modo, enlazó su mensaje al gobernador para subrayar que el éxito del proceso depende de la amplitud del debate.
Un desafío para la democracia
Monteverde concluyó señalando que la Convención no puede limitarse a “sancionar algo circunstancial”, sino que debe definir “quién pone las reglas de juego en las próximas décadas, en momentos en que hay que salvar a la democracia”. Ese llamado de atención, formulado de frente al máximo responsable provincial, marca el tono de una Convención que hoy arranca con la promesa de ser más que un trámite: una prueba de la voluntad de consenso y de la voluntad de escuchar el sentir santafesino.
