En Matorrales la fábrica de aberturas Indoors, considera colaboradores a sus más de 70 trabajadores. Para que no tengan que viajar de otras localidades decidió ofrecerles la oportunidad de construir un propio hogar en el pueblo. “Esa es nuestra estrategia. Acá todos ganamos algo. Se puede ganar plata sin robarle a nadie. Y también se puede ayudar. Nadie sale campeón solo, ni Messi”, acota Daniel Caudana, uno de los dueños.
El impulso agropecuario e industrial de la provincia de Córdoba es uno de los más vigorosos de toda la nación. Para ello, tanto la provincia como la iniciativa privada logró a lo largo de su historia el desarrollo de polos productivos distribuidos en localidades de toda su extensión territorial, incluso promoviendo líneas de acción para estimular la construcción de viviendas.
Ese es el caso de la empresa Indoors, que construyó una fábrica de aberturas de madera y chapa en el pueblo de Matorrales, en las inmediaciones de la ciudad de Córdoba. Al notar que el 60% de sus 70 empleados viaja desde otras localidades, sus dueños decidieron adquirir una amplia parcela, dentro de la cual ofrecerán terrenos para sus trabajadores, a abonarse en cuotas.
Daniel Caudana y Mariano Lara, dueños de la firma Indoors, radicada en la localidad cordobesa de Matorrales.
Con la intención de incrementar la mano de obra intensiva que les permita diversificar su producción, los dueños de la empresa decidieron avanzar en un proceso de inversión para que sus empleados cuenten con una casa propia en el pueblo donde está asentada la fábrica desde el 2011, producto de una política de estímulo municipal para emprendedores, que les facilitó un galpón.
“El crecimiento de Indoors fue exponencial. Cada 18 meses en promedio, la empresa duplicaba su facturación, la cantidad de empleados, su superficie techada. Fue una etapa muy expansiva”, explicó uno de sus dueños, Daniel Caudana. Sin embargo, el emprendedor observó que «llega un momento en que no te alcanzan los recursos, ni la capacidad financiera, ni la cantidad de personas que trabajan con vos. Es momento de reinvertir”.
A partir de allí, decidieron comprar una parcela de tierra y subdividirla en 37 lotes de 10 metros por 25 metros, que serán distribuidos a los trabajadores escogidos. A cambio, los empleados deberán abonar cuotas de unos $17.000, aunque a partir del pago de la primera ya será entregado el terreno.“Nuestra idea nunca fue hacer un negocio inmobiliario sino conseguir empleados que puedan tener su casa en el pueblo. Calculamos el valor de la tierra comparando con una bolsa de cemento. Cada terreno sale alrededor de 320 bolsas. Cuando el empleado paga su primera cuota, a un precio equivalente a cinco bolsas de cemento, le damos el lote para que empiece a construir”, indicó Caudana.
El sistema funciona así
Cada lote cuesta alrededor de 320 bolsas de cemento. “Cuando el empleado paga su primera cuota, a un precio equivalente a cinco bolsas de cemento (son unos $ 17 mil), le damos el lote para que empiece a construir”, apunta Caudana.
De esta forma, llevan entregados unos 20 lotes. Ya hay dos empleados viviendo allí, y en los próximos meses inaugurarán 10 viviendas, todas para los trabajadores de la fábrica.
En ocasiones, los dueños de la empresa también colaboran con aberturas y con ladrillos. Están convencidos –dicen– de que hay muchas personas que no tendrían su casa de otra forma. “Estamos viendo a familias que por primera vez en varias generaciones pueden dejar de pagar un alquiler. Eso nos llena de satisfacción”, apuntan.
Esta iniciativa, de la que también participa la Provincia, el municipio y la cooperativa de servicios local, no sólo beneficia a los empleados, también impulsa el desarrollo local y fortalece los lazos entre la empresa y la comunidad. Y, además, arraiga gente en el pueblo.
“Esa es nuestra estrategia. Acá todos ganamos algo. Se puede ganar plata sin robarle a nadie. Y también se puede ayudar. Nadie sale campeón solo, ni Messi”, acota Daniel Caudana.
Otras acciones
La oferta de lotes no es algo aislado. Los dueños de la firma cuentan que en 2022 adquirieron un minibús cero kilómetros para trasladar a los empleados. El vehículo tiene calefacción y aire acondicionado. “Nosotros viajamos con esas comodidades y queremos que ellos también las tengan. Entendemos a los colaboradores como socios de nuestros negocios”, señalan.
Hay más. En 2021, y tras notar que la empresa se había estancado, en parte por falta de formación de los mandos medios, los socios de Indoors armaron un programa de estudio, que terminó siendo una diplomatura homologada por la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de Córdoba, la misma de la que Caudana egresó con el título de ingeniero industrial.
“Todos venimos del barro, yo tuve la suerte de formarme. Nunca me quedé quieto. Todos la hemos pasado mal”, remarcó Caudana y dio inicio al relato de la tercera acción en pos del continuo cambio de vida para sus “colaboradores”.
A la diplomatura la dieron en la planta de la firma varios docentes de esa universidad cordobesa. Ocho meses después, los trabajadores recibieron su diploma. Para muchos fue su primer título. A la formación se sumaron también trabajadores de otras dos empresas de la zona.
“Después de eso, Indoors pegó un salto enorme. Todos ganamos”, dice orgulloso Caudana. Y dice convencido que invertir en los empleados es también invertir en el éxito a largo plazo de su empresa.
Las historias de Fernando y Gastón
Dos empleados de Indoors llegaron a Matorrales y ya están construyendo su futuro en la localidad.
Fernando Cid tiene 36 años, es un soldador de marcos de chapa con 3 hijos y alquilaba de una propiedad muy chica con un baño fuera de la vivienda. Gracias al plan ideado por sus empleadores, en los próximos meses se muda a su casa. “Cuando terminó la platea de su de hogar -la base de hormigón de la vivienda- fue con sus hijos a la obra y los paró a cada uno en donde iba a estar la futura habitación de cada uno. Ese día me di por pagado”, relató Caudana.
Otro de los casos es el de Gastón Garay, que llegó de Costa Sacate. Construyó su casa con sus propias manos y la ayuda de algún que otro ayudante de albañilería. Ahora, su hijo -recién nacido- es un nuevo habitante de Matorrales.
La localidad de Matorrales.
Matorrales: Información del pueblo
El pueblo de Matorrales fue fundado en 1921, por familias que se asentaron alrededor de el tendido de las líneas férreas que venían construyéndose desde Villa del Rosario hasta Villa María. Su nombre se lo debe a la flora característica de arbustos que se extendía en los montes de principio del siglo XX.
Se ubica dentro del departamento de Río Segundo, a unos 98 kilómetros de la ciudad de Córdoba. Es posible su acceso a través de la Ruta Provincial N° 10. Se estima que viven actualmente cerca de 1.250 personas.
Actualmente cuenta con un centro de cuidado infantiles, un jardín y establecimiento educativos de nivel Primario, Secundario y para Adultos. Sus principales festividades son la celebración del 13 de junio en honor a San Antonio de Padua y la Fiesta del Salame Casero, que se realiza en diciembre. Otra característica de la región es la sismicidad frecuente pero de baja intensidad.
